Romance a la noche
Bajo
una tienda de estrellas, un solitario
Atraviesa
el silencio de la medianoche.
Un
niño despierta, trastornado por sus sueños,
Su
rostro gris se desmorona ante la luna.
Con
el cabello suelto, la desquiciada
Llora
ante las rejas de la ventana.
En
la laguna van flotando
Los
amantes en dulce paseo.
El
asesino ríe pálido por el vino,
El
honor a la muerte consume a los afligidos.
Desnuda
y herida, una monja reza
Ante
la agonía del Salvador en la cruz.
Una
madre canta entre sueños suavemente.
Satisfecho,
el niño contempla la noche
Con
sinceridad en los ojos.
Las
risas tintinean en el prostíbulo.
A
la luz de una vela, abajo, en el respiradero,
El
muerto pinta con blanca mano
Un
silencio malicioso en la pared.
El
durmiente sigue murmurando.
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