Estadística
Inquieto, Napoleón
cambió de postura en el viejo sarcófago
y murmuró al vigía:
«¿Quién va?»
«Veintiún millones de hombres,
soldados, ejércitos, armas,
veintiún millones
a pie, a caballo, por aire,
bajo el mar.»
Y Napoleón volvió a conciliar el sueño.
«No es mi mundo el que responde:
será un soñador que no sabe
nada del mundo en el que avancé
desde Calais hasta Moscú.»
Y siguió durmiendo
en el viejo sarcófago
mientras el zumbido
del motor de los biplanos
se desgranaba entre el mausoleo de Napoleón
y las estrellas frescas de la noche.
Versión de Miguel Martínez-Lage
Inquieto, Napoleón
cambió de postura en el viejo sarcófago
y murmuró al vigía:
«¿Quién va?»
«Veintiún millones de hombres,
soldados, ejércitos, armas,
veintiún millones
a pie, a caballo, por aire,
bajo el mar.»
Y Napoleón volvió a conciliar el sueño.
«No es mi mundo el que responde:
será un soñador que no sabe
nada del mundo en el que avancé
desde Calais hasta Moscú.»
Y siguió durmiendo
en el viejo sarcófago
mientras el zumbido
del motor de los biplanos
se desgranaba entre el mausoleo de Napoleón
y las estrellas frescas de la noche.
Versión de Miguel Martínez-Lage
De "Poemas de guerra
1914-1915”
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