miércoles, 30 de septiembre de 2020

JORGE CARRERA ANDRADE

  


 

¡Conejo: hermano tímido, mi maestro y filósofo!

 

 


¡Conejo: hermano tímido, mi maestro y filósofo!
Tu vida me ha enseñado la lección del silencio.
Como en la soledad hallas tu mina de oro
no te importa la eterna marcha del universo.

 

Pequeño buscador de la sabiduría,
hojeas como un libro la col humilde y buena,
y observas las maniobras que hacen las golondrinas,
como San Simeón, desde tu oscura cueva.

 

Pídele a tu buen Dios una huerta en el cielo,
una huerta con coles de cristal en la gloria,
un salto de agua dulce para tu hocico tierno
y sobre tu cabeza un vuelo de palomas.

 

Tú vives en olor de santidad perfecta.
Te tocará el cordón del padre San Francisco
el día de tu muerte. ¡Con tus largas orejas
jugarán en el cielo las almas de los niños!

 

 

 

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