Pensamientos
del amante
Ya que la intimidad la noche la criatura
El hombre que la sueña y al sol con sangre de
la tarde
Cuando por corredores de azulada piedra
Los pasos que ahora esperas
En vasto espacio enardeciendo callan
(Es más hondo el amor que nadie nombra
Más amarga la desdicha de un espejo
Cuando de pronto lo empaña el lento vaho
De una tristeza a lo lejos de alguien
Que ignorado cruza errante el vacío)
El arco de las cejas encendiéndose
La multitud del oro los hombros en reposo
Un río subterráneo entre su pecho
Los muslos firmemente dueños de la tierra
La mirada que en un duelo trémula estallaba
Vencida por el tiempo la esperanza
Un caminar perpetuo entre la lluvia
Una ciudad de nubes y agonías
Contra todo y sin fin seguirte siempre
Oh roce frío de invisible llama
(¿Por qué retrocedías y callabas
Te pensabas temblando como un niño
Lamento entrecortado en tu garganta
Devorado en la red de una tiniebla
Entristecido por tu propio sueño?)
Luego por yertas calles la alborada
Trajo al azar indescifrable un rostro
Rubio fulgor y el frágil embeleso
De en otro paraíso hallarte vivo
Lejos del sol occidental ensangrentado
Mas te persiguen la sed y el pensamiento
La ausencia te la invade sólo un cuerpo
Ese convulso perfil del deseo volando
Hacia nubes donde son verdes los ojos
Donde implacables son verdes aún y sombríos
Confusos giran grises en sucesión los días
Pálidos de lloviznas e incertidumbres
Cuando junto al anochecer existes
Con penumbra de seres a tu alrededor
Su desdeñosa sordera impenetrable
Enrojece delira Bogotá como un incendio
La multiplicidad de luces gentes bullicios
Luego el aire nocturno abriendo lunas
Y escondido en lo oculto de un afán
Oh tú que ignorada rodeas y estrechas y amas.
(Sólo dentro de tu corazón pasan las cosas
Solamente oyes una ronca bocina por tu sangre
El tiempo acumulándose en cenizas
Vuelves a mirar las luces en el atardecer
en la noche te adormecen otra vez mudos labios)
Cuerpo que no camina sino
Por constelaciones de incandescente destierro
Trae tus pies acostumbrados a la aurora
A pisar esta isla de nadie esta puerta
Donde el amor golpea con fantasmas.
(No es el sueño sino somos nosotros
Como el destino es áspero y contrario
La desierta esperanza sin sustento
En duermevela fluyen días y pensamientos
Cadáveres de sol y lluvia en la memoria)
Tras sigilosos pasos voces ecos
Eterna eterna ven
Gestos callando sombra que sospecha el aire
Pero al desvanecerse de nuevo tus huellas
Como al final el cuerpo será noche
Otra vez insondable tu luz fuera del tiempo
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