viernes, 27 de noviembre de 2020

JOHN DONNE

  


 

La prohibición




     Guárdate de quererme.
Recuerda, al menos, que te lo prohibí.
No he de ir a reparar mi pródigo derroche
de aliento y sangre en tus llantos y suspiros,
siendo entonces para ti lo que tú has sido para mí. 
Pues goce tan intenso consume al punto nuestra vida.
Así, a fin de que tu amor frustrarse no pueda por mi muerte,
si tú me amas, guárdate de quererme.

      Guárdate de odiarme,
o de excesivo triunfo en la victoria. 
No es que yo a mí mismo haga justicia,
y me resarza del odio con más odio,
pues tú el título perderás de conquistador
si yo, tu conquista, perezco por tu odio.
Así, a fin de que mi ser a ti en nada perjudique,
si tú me odias, guárdate de odiarme.

        Mas ama y ódiame también.
Así ambos extremos la función de ninguno cumplirán.
Ámame para que pueda morir del modo placentero.
Ódiame, porque tu amor es excesivo para mí, 
o deja que los dos mutuamente, y no a mí, se destruyan.
viviré entonces para apoyo y triunfo tuyo.
Así, para que tú a mí, a tu amor y odio no destruyas,
déjame vivir, pero ama y ódiame también.

Versión de Purificación Ribes

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario