De noche
Durante la ausencia de la mujer amada
las tinieblas, totalmente enloquecidas, se apoderan de sus
piernas,
se deslizan en los zapatos de hielo
y empiezan a bailar desde tu cama
hasta la inmensa sala del insomnio...
Los zapatos suenan, dan vueltas, patean, retozan
sin piedad, abiertamente, y eso dura
y se sienten bien, bailan sin duda el uno con el otro.
Tu amor sin fe sólo les ayuda
de los celos al adulterio.
Los oyes toda la noche, y más y más te hielan,
y no empiezan a fundirse hasta el momento
de volver hacia ti...
Versión de Clara Janés
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