UNA
CASA que ha perdido
su concepto de casa,
aguarda como piedra.
Provoca la
ceguera del encierro,
desvanece imágenes
trae los mismos días
como si fuera imposible
aprender la cotidianidad.
Acá
no entra más luz
que el de mis sombras,
y aún así no veo.
La
casa
comienza a oxidarse,
y yo a hundirme de pasado.
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