Maldita ginebra
Hay
poetas que para empezar a escribir toman aire
se inflan el pecho de palabras que son de otro
y largan todo así nomás
paradelante
Cuando en realidad deberían empezar de a poco
a inflarlo
al poema digo
de a poquito
y llenarse los dedos de preguntas
Escribir esto
creo
no sé
es derribar el azar a cabezazos
palabra tras palabra
esquirla tras esquirla
convirtiendo el cráneo en una sopa de vidrios amarillos
Tomar aire
sí, es cierto
pero entre las palabras
para poder soltarlas más cerca
con olor verde, denso y verdadero
Es que hacer un poema es un ejercicio tan preciso
tan preciso y desagradable
como escupir una paloma callejera
y llevarla a volar sobre la cabeza de tus contemporáneos
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