Ven
a dormir conmigo al lecho de estos ancestros
Donde se forjaron los bríos de tu belleza viva.
Regresa, oh absorbente. Ante los velos de tu cadera
Donde me arrodillo
Como no ha rogado nadie
Te ruego que me dejes dormir y mezclarme con los tiempos.
Versión
de María Negroni
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