domingo, 22 de enero de 2023

JULIA SANTIBÁÑEZ

 

 

Pulso ad_herido

 

 

A esta anciana se le murió un Fernando
hace tres meses.
No sabe explicárselo a la mesa
ni a las dos lámparas que hamacan ausencia.
Quiere platicarlo a ver si puede entender
el esqueleto remontado en su espalda
desde entonces.
“Se me murió mi hijo”.
Así repite y le parece violentísimo
de no creerse
que en esas letras
vivan tantas jerarquías de nunca.
El resto de sus hijos
tampoco sabemos decirlo
pero estamos a mitad de la vida
y es más fácil defenderse.

Se mira los dedos vacantes
de 88 años de edad.
Le tiembla la mandíbula.
Se los queda mirando
como si llevaran un pulso ad_herido.

 
 

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