domingo, 26 de enero de 2025

KRISTÍN DIMITROVA

 

 

 

El límite



Mi hija me preguntó

si le había traído un chicle.

 

Le contesté que no traía,

pero que me hallaba aquí.

 

Replicó que una cosa era yo

y otra muy distinta el chicle.

 

Le advertí que no podía

estar siempre a la espera de algo.

 

Ella me corrigió:

“De algo no, de un chicle.”

 

Y pese a que el sol brillaba

y los pájaros cantaban sin escuchar del todo

 

y que el pasto en el parque era de un verde codicioso,

mi hija lloraba como una regadera.

 

Existe un mundo feliz y otro infeliz,

y en medio de ambos, un chicle. 

 

De: “En una de las paradas del tiempo”

Versión de Reynol Pérez Vázquez.

 

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