viernes, 3 de enero de 2025

SANTIAGO GRIJALVA

 

  

 

Historia 

Para mi abuela

 




¿Recuerdas la bailarina de la abuela,

esa caja repleta de sueños

y una historia de juventud

que siempre fue ajena a tu vivir?

 

Conversar con ella

es viajar al tiempo donde abundaban las hojas en el suelo

y los helados en los niños,

es volver a dormir

detener la sombra de la luna

para

abrazar a todos los perros de la calle que envejecían con nosotros

 

(la caja musical de antiguo laurel

teñido por la sangre que dejaste al ser madre).

 

Solo una historia se te escapa,

pero no es esa

que yo tanto recuerdo.

Y hace muy poco entendí

que el conejo que abrazaba

eligió la libertad

de marcharse

a la espesura

de la montaña,

porque no había

nada más que comer en casa.

 

Pero el mar se escapó de tu memoria,

tal vez porque cuando fuiste a visitarlo,

había decidido la vida

ponerte en el remanso apagado del frío.

 

Abuela, como quisiera tener los ojos azules,

para que en ellos conozcas el mar.

 

 

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