Cuando
dicen que en el pasado la gente no conocía el mundo porque solo había barcos
pienso
que dirán eso mismo de nosotros, pero con los planetas
Hoy,
de hecho, no es de extrañarse
que
fantaseemos con que algún color asalte los grises bancos desahuciados
las
carreteras que son humo compactado
muros
de Tierra vueltos una cama que mira al infinito
El
neurótico exterior es como una alimaña arrepentida
con
armas secretas que cuelgan debajo de una mesa invisible
Quisiera
ir al teatro
quisiera
subirme al metro ominoso que parece extenderse bajo puentes inexplorados
Quisiera
saborear un café
con
la certeza de haber rechazado los sueños necesarios
a
cambio de no toparme el coágulo que deambula en la ciudad
que
rebota paredes
que
hace hondo al tiempo
que
agita las profundidades del aire que respiramos
No
hay periódico, pero las noticias del mes de abril no son más
que
viejas novedades engavetadas al aire libre
El
pasado engaña y quiere verse vanidoso
el presente
es una bengala que nos quedamos mirando por mucho tiempo
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