Muñecos
en el palco de butaca
La
mujer gris marengo
salta
a la calle al despuntar el alba.
Lleva
en sus ojos, dispuesta a vender,
siete
promesas de segunda mano.
El
hombre rojo vino la contempla.
Bosqueja
sobre el suelo,
con
tizas de colores, un paisaje
en
donde devanar
la
madeja de lana de sus labios.
Cruza
un joven la calle.
Sus
hombros amarillos
soportan,
derrotados, sin saberlo
las
cimbras que sostienen esta luz.
El
niño azul gastado
copia
los ademanes y desganas
de
quien fabrica sombras con sus dedos.
Un
viejo, plata sucia,
repasa
sus derrotas y al final
canturrea
su excusa más creíble.
[Entre
el público ríen
Guiñol,
Polichinela, Don Cristóbal,
Pinocho,
Madelon
y
alguien que se termina preguntando en alto:
¿Cuál
es la diferencia?
¿Qué sueño es más sincero?
¿Qué vida es más real?]
De:
“El arcón de los títeres”.
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