XLVII
No
te vi.
Junto
al árbol del sendero,
entre
las ramas yertas
y
las hierbas secas,
no
te vi.
No
te vi;
en
el bosque invernal,
ante
el aquelarre nocturno,
de
hermosas brujas desnudas,
no
te vi.
No
te vi,
entre
las zarzas y arbustos,
sobre
musgos congelados,
no
estabas:
todos
los pájaros habían volado.
De:
“Ni un día sin poesía”
No hay comentarios:
Publicar un comentario