CXXXII
Los
días se abren paso
entre
preguntas y cuerpos,
lugares
de nuestra infancia,
playas
y pubs de la adolescencia.
La
memoria son los despojos
de
nuestro olvido.
Era
un mundo insaciable,
joven,
dorado, vivo y ardiente,
días
que se alejan fugaces
presos
de deseos y sueños,
anhelos
imposibles, inmensos,
que
cabían en un puñado
de
arena, en un whisky DYC
o un
ron con coca-cola.
De:
“Ni un día sin poesía”
No hay comentarios:
Publicar un comentario