La Ceiba
La
ceiba sobre el cauce se dobla bondadosa
Quebrando la afonía de la áfona llanura.
Con su voz de matrona, la ceiba caprichosa
Tiene el ramaje loco de una rara locura.
Quebrando la afonía de la áfona llanura.
Con su voz de matrona, la ceiba caprichosa
Tiene el ramaje loco de una rara locura.
Ella
entraña el recuerdo recóndito y fragante,
De una princesa india de pupila moruna,
Que sumergió en el río su cuerpo palpitante
Bajo la anemia crónica de la pálida luna.
De una princesa india de pupila moruna,
Que sumergió en el río su cuerpo palpitante
Bajo la anemia crónica de la pálida luna.
Ella
ofrenda su sombra tutelar al viajero
Nostálgico de calma; el ruiseñor parlero,
Entona entre sus ramas fervientes sonatinas;
Nostálgico de calma; el ruiseñor parlero,
Entona entre sus ramas fervientes sonatinas;
La
ceiba es una madre, que sobre el río largo
Expande su paraguas enorme; y sin embargo,
La ceiba tiene el tronco pletórico de espinas.
Expande su paraguas enorme; y sin embargo,
La ceiba tiene el tronco pletórico de espinas.
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