lunes, 14 de agosto de 2017

RAFAEL CANSINOS ASSENS





Alef



     Cuando te veo, ¡oh corazón!, en medio de la gente, entre mujeres desfloradas y amigos maduros, siento una lacrimosa ternura.

     ¡Oh corazón! Tú eres también entre ellos como una mujer desflorada y tú también has perdido la blancura de tus mejillas y la pureza de tu juventud.

     Tú también tienes hoy una cara borrosa y un cuerpo fatigado; y entre los hombres maduros reposas, ávido de paz.

De: "El candelabro de los siete brazos"



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