viernes, 1 de febrero de 2019

FLORENCIA LOBO





Perros del invierno



Llegan noticias de mi ciudad. 
Enloquecieron los perros
como enloquecen los vientos
o las flores que nadie mira.

Perros que quizá
una vez fueron Toby
o Negro o Lola
reunidos en las calles
mordiendo el aire
sus sombras
los cuerpos que atraviesan 
el reino transparente del invierno.

En geografías lejanas
los hechos extraños duplican
la extrañeza.

¿Se acordará la gente?
¿Se acordará? 

Hablo de un verbo en desuso:

acordarse es irse del olvido
y también despertar,
ponerse cuerdo.



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