Madre
Llegaba
a casa oliendo
a
nicotina.
Tomaba
un baño largo
y
luego cama.
Su
respirar
en
mis oídos
El
alcohol que sus tripas
fermentaban
salía
por sus poros
con
aroma de asbesto.
Tarde
se incorporaba
para
desayunar
con
derrame en el párpado.
Compartía
la habitación
con
ella.
Ahora
tiendo sábanas
por
si llegara tarde.
Mas
nunca llegará.
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