sábado, 8 de junio de 2019

SERGIO BRICEÑO


  






Madre



Llegaba a casa oliendo
a nicotina.

Tomaba un baño largo
y luego cama.

Su respirar
en mis oídos

El alcohol que sus tripas
fermentaban
salía por sus poros
con aroma de asbesto.

Tarde se incorporaba
para desayunar
con derrame en el párpado.

Compartía la habitación
con ella.

Ahora tiendo sábanas
por si llegara tarde.

Mas nunca llegará.



No hay comentarios:

Publicar un comentario