martes, 11 de junio de 2019

TILSA OTTA VILDOSO





Prefacio: El amor como deporte olímpico



Cuando veo a cuántas redes de wi-fi se ha conectado mi teléfono siento que estamos desarrollando una nueva forma de promiscuidad, inalámbrica. Tantas redes a las que mi equipo se conecta automáticamente porque ha entrado en ellas alguna vez y las reconoce y recuerda. Pero cada vez que me conecto pienso: esto es el amor, una red virtual cifrada y abierta a escala mundial.
Cuando leo mis últimos pensamientos veo que tengo una obsesión por el amor sin un objeto específico o exclusivo, entonces pienso: esto es el amor, esto que leo y escribo, la búsqueda del conocimiento, todo aquello a lo que me conecto… A usted también lector, no olvide dejar abiertas sus redes domésticas para las rosas telepáticas.


De: “La vida ya superó a la escritura”



No hay comentarios:

Publicar un comentario