Anna de Rodolivos
Una
fogarada dispersa después de un advenedizo rayo
acaso
se rompió entonces la conferida quietud
nos
alertó el ojo abierto los sentidos
¿qué
se hizo Anna la griega en la costa Macedonia?
los
demás la amaron con tardanza
su
pudibunda castidad se esparció enardecida entre mis torpes muslos
entre
mis escareadas manos
Los
distintos usaron sus mañas
sus
redes de los más variados tamaños y colores
mánticas
perversas y acertijos de poca monta.
Ella
extrañó al hijo escaso de sus entrañas
hizo
visible el castigo como ruin oprobio
porque
volvería a dormir en otras sábanas
propicias
y lejanas.
Anna
de Rodolivos la más anniusha de la annas
la
luna sigue en el mismo lugar desde que se acabó el invierno
cayeron
umbrosas las nieves en la destruida ventana
y en
Katarinabangatan el ouzo quedó servido
en la mesa vacía
en el espacio más oscuro de la noche
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