XVI
La mujer oculta sus cicatrices,
lamenta las sobras de su hambre.
Ella descubre que la poesía es un pantano
y siempre la emboscada
con su olor a muerte.
Una ilusión de nombre.
Yo alcanzaré mi aldea en lo callado.
Sentenciada a fiesta y a dolor
me ofreceré
para esta ceremonia.
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