Fatiga
Ay, beso que vas aumentando en violencia,
melodía carnal...
De esa manera, el rostro de una bestia, pálido, fatigado,
ahora me contempla, fugaz, tan fugazmente,
y del otro lado de la ventana turbia me maldice, vacilando.
Oh, violín enloquecido que rechinas, oh, mis labios.
Un muro de arsénico quema mi cuerpo.
El sol de la tarde rebota en la pared.
Ay, beso que vas aumentando en violencia,
melodía carnal...
De esa manera, el rostro de una bestia, pálido, fatigado,
ahora me contempla, fugaz, tan fugazmente,
y del otro lado de la ventana turbia me maldice, vacilando.
Oh, violín enloquecido que rechinas, oh, mis labios.
Un muro de arsénico quema mi cuerpo.
El sol de la tarde rebota en la pared.
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