Amor y ausencia
¡Qué
dulce sabe el amor
Tras
el dolor de la ausencia
Cuando
hay fiel correspondencia
Entre
amada y amador!
Cuando
en su separación,
Cual
la amante aguja esclava
Del
Norte, siempre apuntaba
Uno
al otro corazón;
Cuando
el sol que alumbra el día,
iDía
de eterno desearse!
Tan
sólo para buscarse
Al
uno y otro servía.
Y
la enamorada bella
Soñaba
sueños de miel
Con
su amado, y jamás él
Soñaba
sino con ella.
Cuando
sordos los oídos
Y
los ojos con ceguera
Cuanto
de su amor no fuera
Les
hablaba sin sentidos.
Y
querrían que hasta el viento
En
todo tiempo y lugar
Les
hablara sin cesar
De
su único pensamiento.
Y
la más preciosa estrella
Y
el más bello ángel de Dios
Era
feo para los dos,
Porque
no era ni él ni ella,
Porque
fuera de su amor,
No
había mundo ni vida,
Y
era hermosura perdida
Cuanta
más hizo el Señor.
No
vuelvas ni a mi memoria
¡Oh
infierno del mal de ausente!
Con
razón dice el creyente
Que
ver a Dios es la gloria;
Que
el infinito consuelo
Que
siento al volverte a ver,
Me
dice cuál ha de ser
El
de ver al Dios del Cielo.
iOh
Dios! hasta en tu rigor
Reconozco
tu clemencia.
Por
tu bondad es la ausencia
La
resurrección de amor.
¡Tú
no sabes, vida mía,
Cuan
bella te encuentro ahora
Y
cómo te ama y te adora
El
que apenas te quería!
Como
el campo al redimido
Bajo
de un cielo esplendente,
O
como al convaleciente
El
bocado apetecido.
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