Yo sé algo sobre el tiempo
El
tiempo
que a otros otorga su cortejo
su custodia
a mí me quita el coche
la calesa
viene en cascada
sobre mí
me deposita
allí donde el amor
alguna vez
se me hizo luz
se me hizo pintura
o revelación
me devuelve
a lo que fui
a lo que no soy
y sin embargo
todavía soy
mi fantasma
mi esencia
mi asombro
y lo que a otros
concedió de encanto
de despreocupación
me lo quita a mí
con usura
me reduce
a verlo pasar
con tristes oropeles
con falso frenesí.
que a otros otorga su cortejo
su custodia
a mí me quita el coche
la calesa
viene en cascada
sobre mí
me deposita
allí donde el amor
alguna vez
se me hizo luz
se me hizo pintura
o revelación
me devuelve
a lo que fui
a lo que no soy
y sin embargo
todavía soy
mi fantasma
mi esencia
mi asombro
y lo que a otros
concedió de encanto
de despreocupación
me lo quita a mí
con usura
me reduce
a verlo pasar
con tristes oropeles
con falso frenesí.
De: “Las cartas que no se
mandan”
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