Estado
fisiológico
1
La
bacteria virus o célula que reacciona
contra
sí misma pone en marcha
un
orden del interior distinto, que se configura
alrededor
de la amenaza y protege
lo
que puede y sacrifica lo que hace falta.
Cada
vez que el cuerpo enferma
reconoce
sus límites:
dónde
nace el dolor
y
hasta dónde lo extienden los nervios.
Qué
tanto dolor resiste,
con
los años,
cuánto
más le toma volver
a su
estado fisiológico.
Se
recupera
por
el simple paso del tiempo, pero yo
proclamo
la proeza como propia,
como
si entendiera como si viera
lo
que pasa adentro mío:
yo misma me curé, detuve la sangre,
cerré la herida, apacigüé el vómito
y me levanté del piso del baño sola
sin usar a nadie de bastón.
Todo
eso para que, al poco tiempo,
el
cuerpo vuelva
vuelvo
a
caer en la misma posición.
2
Me
arrastro al baño por decimoctava vez en la noche
repto
como un gusano herido
ruego
por llegar a tiempo el frío de la fiebre
empeora
por las baldosas
nadie en el mundo sabe que estoy acá,
así
tocando
el inodoro con las manos y las mejillas y la lengua
por qué ahora
le
digo a la parte del cuerpo problemática: por
favor, no más
me arrepiento de haberte dado por
sentado
intento
imaginarla calcular la distancia que hay
entre
nosotras
de
este lugar indeterminado hasta las vísceras
para
enviarles una señal
a
través de los nervios
una
orden obedézcanme no lo hacen
intento
rezar no recuerdo cómo
hago
la promesa: si me curo, voy a
quisiera
lamentarme a gritos no lo hago
me
queda la vergüenza toda
regreso
a la cama me arropo calmo la respiración
me
repliego sobre el vientre intento consolarme
pero
esto ya no cuenta como cuidado
es
supervivencia
cuidado
hubiera sido no haber hecho
la
culpa infesta el cuerpo mi cuerpo que no tiene la culpa
de
que yo crea que no es mía la cura
de
que me la escondo
vuelvo
a sentirme como una niña y no me queda de otra
que
pedir ayuda maldigo los días
en
que quise enfermar para que alguien me cuidara
quién
la
fantasía de la invalidez
de
entregarle el control de la vida a otro no
a
otra
decirle
a mi madre: no pude con esto, ayúdame
pero
ni ella puede enmendar el desastre que hice solo yo podría
pido
ser rechazaba y poder traerme sola
el
alimento y la medicina otra vez
pero
no lo consigo así
durante
dos días de sueño profundamente
sudoroso
escalofriante paralítico
sueño
con el reverso del cuerpo los tejidos húmedos
bombeantes
que nerviosos intentan sanar
los
tonos de rojo se oscurecen y toda
la
sangre que circula es negra me voy
pudriendo
el
cuerpo está revelando una verdad evidente que
ahora
mismo es incomprensible para mí
al
tercer día algo sucede: una súbita mejoría
parece que mis plegarias han sido
escuchadas
una
vitalidad inesperada que se va convirtiendo en insomnio
repaso
imágenes de un pasado saludable
fue
una alucinación y los síntomas vuelven con más fuerza
todo
lo vivo enferma
por
un momento parece que conozco a la perfección
la
causa de mi malestar su ubicación exacta
las
terminaciones de los nervios ya no desmembran
no
fragmentan envían una misma señal que me da
la
sensación de estar completa
soy
todo esto que duele
solo
en este estado podría haber escrito esto
lo
que no asegura que haya entendido que
enfermar
es estar viva.
3
Ya
tuve la enfermedad incurable.
Los
receptores de muerte recibieron la señal:
¿sobrevives o eliges la apoptosis?,
y
todas las células,
algunas
más titubeantes que otras,
tomaron
la misma decisión.
Se
aislaron y produjeron la enzima veneno
que
les deformó el citoesqueleto,
interrumpió
el alimento
y la
regeneración,
y
destruyó su centro para siempre.
Desde
entonces, vivo.
Me
he regalado la posibilidad
de
volver a enfermar.
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