sábado, 5 de abril de 2025

NATALIA MARTÍNEZ CALDERÓN

 


 

Estado fisiológico

 

 

1

 

La bacteria virus o célula que reacciona

contra sí misma pone en marcha

un orden del interior distinto, que se configura

alrededor de la amenaza y protege

lo que puede y sacrifica lo que hace falta.

 

Cada vez que el cuerpo enferma

reconoce sus límites:

dónde nace el dolor

y hasta dónde lo extienden los nervios.

 

Qué tanto dolor resiste,

con los años,

cuánto más le toma volver

a su estado fisiológico.

 

Se recupera

por el simple paso del tiempo, pero yo

proclamo la proeza como propia,

como si entendiera como si viera

lo que pasa adentro mío:

yo misma me curé, detuve la sangre,

cerré la herida, apacigüé el vómito

y me levanté del piso del baño sola

sin usar a nadie de bastón.

Todo eso para que, al poco tiempo,

el cuerpo vuelva

vuelvo

a caer en la misma posición.

 

 

2

 

Me arrastro al baño por decimoctava vez en la noche

repto como un gusano herido

ruego por llegar a tiempo el frío de la fiebre

empeora por las baldosas

nadie en el mundo sabe que estoy acá, así

tocando el inodoro con las manos y las mejillas y la lengua

por qué ahora

le digo a la parte del cuerpo problemática: por favor, no más

me arrepiento de haberte dado por sentado

intento imaginarla calcular la distancia que hay

entre nosotras

de este lugar indeterminado hasta las vísceras

para enviarles una señal

a través de los nervios

una orden obedézcanme no lo hacen

intento rezar no recuerdo cómo

hago la promesa: si me curo, voy a

quisiera lamentarme a gritos no lo hago

me queda la vergüenza toda

regreso a la cama me arropo calmo la respiración

me repliego sobre el vientre intento consolarme

pero esto ya no cuenta como cuidado

es supervivencia

cuidado hubiera sido no haber hecho

la culpa infesta el cuerpo mi cuerpo que no tiene la culpa

de que yo crea que no es mía la cura

de que me la escondo

vuelvo a sentirme como una niña y no me queda de otra

que pedir ayuda maldigo los días

en que quise enfermar para que alguien me cuidara

quién

la fantasía de la invalidez

de entregarle el control de la vida a otro no

a otra

decirle a mi madre: no pude con esto, ayúdame

pero ni ella puede enmendar el desastre que hice solo yo podría

pido ser rechazaba y poder traerme sola

el alimento y la medicina otra vez

pero no lo consigo así

durante dos días de sueño profundamente

sudoroso escalofriante paralítico

sueño con el reverso del cuerpo los tejidos húmedos

bombeantes que nerviosos intentan sanar

los tonos de rojo se oscurecen y toda

la sangre que circula es negra me voy pudriendo

el cuerpo está revelando una verdad evidente que

ahora mismo es incomprensible para mí

al tercer día algo sucede: una súbita mejoría

parece que mis plegarias han sido escuchadas

una vitalidad inesperada que se va convirtiendo en insomnio

repaso imágenes de un pasado saludable

fue una alucinación y los síntomas vuelven con más fuerza

todo lo vivo enferma

por un momento parece que conozco a la perfección

la causa de mi malestar su ubicación exacta

las terminaciones de los nervios ya no desmembran

no fragmentan envían una misma señal que me da

la sensación de estar completa

soy todo esto que duele

solo en este estado podría haber escrito esto

lo que no asegura que haya entendido que

enfermar es estar viva.

 

 

3

 

Ya tuve la enfermedad incurable.

Los receptores de muerte recibieron la señal:

¿sobrevives o eliges la apoptosis?,

y todas las células,

algunas más titubeantes que otras,

tomaron la misma decisión.

 

Se aislaron y produjeron la enzima veneno

que les deformó el citoesqueleto,

interrumpió el alimento

y la regeneración,

y destruyó su centro para siempre.

 

Desde entonces, vivo.

Me he regalado la posibilidad

de volver a enfermar.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario