lunes, 21 de julio de 2014

BRUNILDA GARCÍA


 

De la estirpe

 

Nací
donde muchos crecieron
besando la estrella.
Mi savia es
de una tribu recia, áspera y solar.
Mi estirpe
es de quetzales y pitirres.
Esta sangre
se amamantó del mar que azotó a los enemigos.
Tengo ala y raíz
en la tierra que sustenta nuestra patria:
unción de níspero con mucha hiel.
Alada,
pacto con luciérnagas primaverales.
Amo,
y ese amor es de guitarra y flor;
amo, amor amordazado y trunco,
capaz aún de emanar su olor
a selva y madrugada. Canto
la exacta melodía trashumante
que soñó el caracol. Soy
de los que viven besando la estrella.
Como ellos, engendro
alas nocturnales.
Iré tras ellos.
Iré:
«aunque un sol de alacranes
me coma la sien».

 

 

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