Poema
de la estrella reintegrada
“Había
una vez una estrella
que
se murió de puro miedo,
las
golondrinas la encontraron,
las
margaritas la entreabrieron,
y fue
una fiesta en el roció,
cuando
ascendió cantando un verso,
todos
los ríos la besaron
todas
las albas la siguieron”
Eso
me dijo la mañana
Que
se internó por mi sendero,
Lo repitió
la tarde blanca,
Y
entre la noche danza en ecos.
Yo se
la historia de esa estrella…
Su caída
breve fue en mi pecho
(por
poco el mar se enluta todo
Con
el color de un sueño muerto)
Pero
ya hay fuentes por mi alma,
Para
mi barco hay marineros,
Vuelan
gaviotas sobre mi alma
Y
hasta en mis ojos hay veleros.
Amo
el dolor que se me escapa
Por
donde viene mi gran sueño…
Uno
me eleva para el alma,
Otro
me salva para el tiempo.
Dolor
y amor! de las estrellas,
Juntos
bajaron a mi encuentro.
Dos
horizontes apretados
Que
se me funden mar adentro…
“Había
una vez una estrella…”
¡Que
inmenso es ser al creerse muerto!
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