Muchacha de ensueño
Llegarás un día con una flaqueza de amor,
tierna como el rocío, impetuosa como la lluvia,
el bronce del sol en tu piel,
el runrún de la brisa en tus murmullos,
y posarás con la elegancia de una flor de montaña.
Llegarás con tus brazos esbeltos, expresivos,
ladeada la cabeza de un modo tal como no ha plasmado
escultor alguno
y matices dichos con el hombro y el cuello,
tu rostro con ánimo de pasar y repasar,
tantas veces como los cielos en delicado cambio
de nubes y azules y sol titilante.
Sólo que
tal vez no llegues, oh muchacha de ensueño,
tal vez sólo nos crucemos según gira el mundo
y tomemos de una mirada a los ojos
una película de esperanza y un día para recordar.
Llegarás un día con una flaqueza de amor,
tierna como el rocío, impetuosa como la lluvia,
el bronce del sol en tu piel,
el runrún de la brisa en tus murmullos,
y posarás con la elegancia de una flor de montaña.
Llegarás con tus brazos esbeltos, expresivos,
ladeada la cabeza de un modo tal como no ha plasmado
escultor alguno
y matices dichos con el hombro y el cuello,
tu rostro con ánimo de pasar y repasar,
tantas veces como los cielos en delicado cambio
de nubes y azules y sol titilante.
Sólo que
tal vez no llegues, oh muchacha de ensueño,
tal vez sólo nos crucemos según gira el mundo
y tomemos de una mirada a los ojos
una película de esperanza y un día para recordar.
De: "Otros días"
Versión de Miguel
Martínez-Lage
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