viernes, 30 de octubre de 2020

GEORG HEYM

  

 

Última vigilia

 


Qué oscuras son tus sienes,

tus manos, qué pesadas.

¿Tan lejos ya de mí

que no me escuchas?

 

Bajo las llamaradas de la luz

estás tan triste y tan envejecida.

Tus labios cruelmente

crispados en eterna rigidez.

 

Mañana será ya todo silencio,

y quizá esté en el aire

todavía el crujir de las coronas,

y un olor a podrido.

 

Pero las noches cada año

se vacían aún más.

Aquí, donde yacía tu cabeza

y ligera fue siempre tu respiración.

 

 

Versión de Ernst Edmund Keil
De: "Tres poetas expresionistas alemanes"

 

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