miércoles, 29 de enero de 2025

KRISTÍN DIMITROVA

 

 

 

El sanatorio de la muerte ajena 



La casa enferma se ha puesto de pie

al borde de todos los minutos

y hacia abajo se ven las estrellas.

 

Por la tarde la sala de rehabilitación está iluminada,

y por la noche, algunas de las ventanas,

donde en las horas de insomnio se recobran las noticias del día.

 

Los periódicos son

cartas del mundo de ayer y que hoy ha desaparecido

y no hay modo de enterarte qué

 

ha ocurrido realmente.

El aire está limpio y entra por sí solo

en los pulmones ocluidos.

 

Allí, allí.

Allí la gente se pasea con cosas implantadas

y a cada pregunta responde

 

con un «poco a poco». Envuelve la bata

alrededor del cuerpo, ajena al mundo,

y presta oídos a su corazón

 

que cuenta

una terrible historia ajena.

 

 

De: “En una de las paradas del tiempo”

Versión de Reynol Pérez Vázquez.

 

 

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