me
cogió enamoradamente flaca
sorprendentemente envuelta en verano
artrósicamente casada y rubia
nunca
supuse nunca ya estarás
un
canalón suelta el agua de gotas
así fueron los días de tu ausencia
restando tu parte en aquel hotel
nuestro hogar de sombreros y ensaladas
yo
tildaba de amor nuestros espacios:
una rueda pinchada la fruta por comprar
quizá enfermo alguno de sus hijos
qué sé yo
me
sangran las encías cada vez
más flaca y más casada
De: “Duerme sobre mi espinazo”
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