jueves, 30 de enero de 2025

KRISTÍN DIMITROVA

 

 

 

 

En una de las paradas del tiempo

 

 

Esa noche las luces del establecimiento

estaban brillando alrededor de tu cabeza y afuera

se convertían en estrellas.

Más allá de todas las mesas, en la calle

los coches se cruzaban y sus conductores

por un instante lograban echar un vistazo

al feliz túnel, al fondo del cual

habíamos enlazado nuestras piernas. Destellos

de cigarrillos, cálidas lámparas del alumbrado público

y una botella de vino tinto nos llenaban

de su sangre, y nosotros permanecíamos

el uno frente al otro, nos explorábamos con los ojos,

y nos regalábamos pensamientos en los prolongados silencios

y paseábamos, tomados de la mano,

por una ciudad de ventanas abiertas en las cuales

el tiempo era todavía un desconocido.

Cuantas veces paso por el mismo sitio, descubro

que aún estamos viviendo allí.

 

 

De: “En una de las paradas del tiempo”

Versión de Reynol Pérez Vázquez.

 

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