Dentro de mi cabeza
Dentro
de mi cabeza,
repito el accidente:
el sonido de los cristales,
mientras nuestros coches se vuelcan
y explotamos en cámara lenta.
Hola cariño, lo siento.
Lo siento por los huesos rotos,
por los vidrios en la lengua.
Tu mustang blanco se desangra
reluciendo como diez caballos.
Te habría perseguido en el aeropuerto,
habría saltado a la cola del avión,
llorando en tu ventanilla
hasta aterrizar en Texas.
¿Qué es lo que he hecho?
Habría construido tu ciudad,
el rifle en la mesa,
su desierto dilatado.
Habría recreado la violencia.
Perfeccionado mi acento sureño.
Por desgracia, no tuve el tiempo.
Un giro brusco del volante,
caímos sobre el asfalto,
nos revolcamos.
Busco tu mano
meses después de la oscuridad.
Lo siento por haberla amputado.
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