sábado, 12 de abril de 2025

BHANU KAPIL

 

 

 

Al tercer día, invitaste
a la mitad del vecindario
a ver la hoja roja
que habías colocado
como algo bello
en el cuenco
con agua del grifo junto a la puerta.
¿Era yo tu obra de arte?
Mi implicación con tu familia
era un acto de volición
y consenso.
La faceta política que mostrabas
a tus vecinos,
por ejemplo, era contraria
al régimen.
Mis vínculos con la comunidad
de escritores de la que había formado parte
se rompieron de la noche a la mañana.
Y, no obstante, sonreía
y reía cuando tú lo hacías.
No es que fuera estúpida.
No es que estuviera confundida.

 

De: “Cómo lavar un corazón.”

Versión de Carlos Bueno Vera.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario