Poema
De
piedra son unos, de arcilla otros —
¡Y
yo centelleo con luz argentina!
Traiciono
de oficio, Marina — mi nombre,
Soy
frágil espuma marina.
De
arcilla son unos, los otros de carne —
Para
ellos: ¡tumba y losa sepulcral!
—Bautizada
en la pila marina— y en el aire
Destrozada
sin fin, vuelo y sucumbo.
A
través de los corazones, a través de todo hilo
Mi
capricho se infiltra, penetra.
De
mí —esos rizos vagabundos: ¡miradlos!
No
se hará para nada sal terrestre.
Contra
vuestras rodillas de granito, triturada
Cada
ola me — ¡reanima!
¡Viva
la espuma, gloria a la espuma dichosa,
Viva
la alta espuma marina!
23 de mayo de 1920
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