Un
poco se quemaron las barbas de aquel mago
Que
con un breve haz de luz creó la palabra poesía
Brotada
de una roca la primera letra
Y el
resto expulsada entre musgos
Moluscos
Y
semillas a las que debían esperarse mil años para que germinaran
Creó
la poción consciente
de
que el vocablo no era suyo
No
le pertenecía a nadie más que aquel que entre siluetas
Se
escabulle entre la multitud
Para
cavar hasta el fondo de la Tierra
Y
que allí la lava le susurre
La
segunda palabra del poema
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