Envío
1
Mi
víbora era de dos cabezas
Pero a veces amanecía de tres o más
Luego eran cuatro o diez en la duermevela de dos
Porque el deseo crecía en cada parte
Cuando trozaba a machetazos de yo tener catorce
Y entonces el sueño era una cabeza asomándose
En el espejo múltiple
Era la vianda amarga en la charola de Salomé
Miraba hacia delante como una cabra al borde
En el otro extremo crepitaba el hueso
Y un poco el ruido de la infancia
2
Aquello
que se sueña
no es el sueño sino su perfume
Es la rosa
Ciegos cuerpos invitándose mutuamente, generosos
No es el cuerpo la serpiente sino su veneno
El rencor al otro día cuando se es sombra
y no luz
Cuando se es el sueño que se sueña
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