Recogimiento.
De
tanto caminar por los alcores
agrios
de mi vivir cansado y lento,mi desencadenado pie sangriento
no gusta ya de ir entre las flores.
¡Qué
bien se casan estos campeadores:
el
pie que vence y el entendimiento!El recio corazón, ¡con qué contento
piensa en mayo, brotado de dolores!
Es ya
el otoño, y en el yermo y puro
sendero
de mi vida sin fragancia,la hoja seca me dora la cabeza...
¡Amor,
amor! ¡Que abril se torna oscuro!
¡Que
no cojo al verano su abundancia!¡Que encuentro ya divina mi tristeza!
No hay comentarios:
Publicar un comentario