A
Madona
Aquí
a tus pies lanzada, pecadora,
contra tu tierra azul, mi cara oscura,
tú, virgen entre ejércitos de palmas
que no encanecen como los humanos.
contra tu tierra azul, mi cara oscura,
tú, virgen entre ejércitos de palmas
que no encanecen como los humanos.
No me
atrevo a mirar tus ojos puros
ni a tocarte la mano milagrosa;
miro hacia atrás y un río de lujurias
me ladra contra tí, sin Culpa Alzada.
ni a tocarte la mano milagrosa;
miro hacia atrás y un río de lujurias
me ladra contra tí, sin Culpa Alzada.
Una
pequeña rama verdecida
en tu orla pongo con humilde intento
de pecar menos, por tu fina gracia,
en tu orla pongo con humilde intento
de pecar menos, por tu fina gracia,
ya
que vivir cortada de tu sombra
posible no me fue, que me cegaste
cuando nacida con tus hierros bravos.
posible no me fue, que me cegaste
cuando nacida con tus hierros bravos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario