El mismo
Señor
Don Juan, quedito, que me enfado:
besar
la mano es mucho atrevimiento; abrazarme... no, Juan, no lo consiento.
Cosquillas... ay Juanito... ¿y el pecado?
Qué
malos son los hombres... mas, cuidado
que
me parece, Juan, que pasos siento... no es nadie... despachemos un momento
¡Ay, qué placer... tan dulce y regalado!
Jesús,
qué loca soy, quién lo creyera
que
con un hombre yo... siendo cristiana mas... que... de puro gusto...¡ay, alma mía!
Ay,
qué vergüenza, vete... ¿aún tienes gana?
Pues
cuando tú lo pruebes otra vez... pero, Juanito, ¿volverás mañana?
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