viernes, 28 de septiembre de 2012

HOMERO ARIDJIS


  


A veces uno toca el cuerpo



A veces uno toca un cuerpo y lo despierta
por él pasamos la noche que se abre
la pulsación sensible de los brazos marinos 

y como al mar lo amamos
como a un canto desnudo
como al solo verano 

Le decimos luz como se dice ahora
le decimos ayer y otras partes 

lo llenamos de cuerpos y de cuerpos
de gaviotas que son nuestras gaviotas 

Lo vamos escalando punta a punta
con orillas y techos y aldabas 

con hoteles y cauces y memorias
y paisajes y tiempo y asteroides 

Lo colmamos de nosotros y de alma
de collares de islas y de alma 

Lo sentimos vivir y cotidiano
lo sentimos hermoso pero sombra

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