Ilusión
burbuja
Donde
el deseo
de
dormir
o
el deseo
de
morir
se
hace cotidiano,
casi
intrascendente;
un
día como todos...
pero
de lento,
agónico
-interminable-
fin
de semana;
con
tiempo
para
mirar
la
viga
en
mi propia
espalda,
con
tiempo
para
juzgarme
por
la más baja
traición
a
mí misma,
con
tiempo
para
extrañarte:
nostalgiar
tus
manos
tu
boca
tus
ganas...
Ese
trozo
de
vida
que
me presto
por
horas
algún
día
de
semana,
esa
porción
de
ilusión
-burbuja-
en
tanto
que
tan escondida
de
dios;
sin
embargo
lo
nombro
-en
mi interior-
a
cada beso.
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