Quiero
jugar a herirte, mi silencio.
Quiero
jugar a que te arrojo piedras,
a que
te aviento pájaros y peces,
todo lo
que vuela
y que
te rompes, te cuarteas
y caen
tus pedazos solamente en ti,
y los
recojo y te miro,
pasivo
y claro,
entero
como siempre,
sin que
te falte nada.
De: “Los disfraces del fuego”
No hay comentarios:
Publicar un comentario