A la gala gala de la Religión
Pues
que nuestro Esposo
nos
quiere en prisión,
a la
gala gala
de
la Religión.
¡Oh
qué ricas bodas
ordenó
Jesús!
Quiérenos
a todas,
y
danos la luz;
sigamos
la Cruz,
con
gran perfección:
a la
gala gala
de
la Religión.
Este
es el estado
de
Dios escogido,
con
que del pecado
nos
ha defendido.
Hanos
prometido
la
consolación,
si
nos alegramos
en
esta prisión.
Darnos
ha grandezas
en
la eterna gloria,
si
por sus riquezas
dejamos
la escoria
que
hay en este mundo,
y su
perdición,
a la
gala gala
de
la Religión.
¡Oh
qué cautiverio
de
gran libertad!
Venturosa
vida
para
eternidad.
No
quiero librar
ya
mi corazón.
A la
gala gala
de
la Religión.
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