jueves, 23 de mayo de 2013

VÍCTOR SANDOVAL





Hombre de soledad



    He nacido en la cólera del trigo.
Solo, sobre la tierra, me sustento
de la protesta rápida del viento,
con el surco por lecho y por abrigo.

    Solo, con el arado por amigo,
exacto en la medida y movimiento,
labrador de mi propio pensamiento,
no le temo a la garra ni al castigo.

    Hombre de soledad, en la llanura
resurjo de sus hondas cicatrices.
Violento en mi frutal arquitectura

    y musical del tronco a las raíces,
me sustenta mi firme arboladura
y me enciendo en recónditas matrices.

Ж

    Aquí descansa mi inquietud de hoguera.
Aquí siembro mi ráfaga y mi llama;
en estos horizontes donde inflama
su vientre de cristal la tolvanera.

    Aquí, como maguey de eterna espera,
en la reseca piel del panorama,
me circunda de sol y me reclama
el silencio maduro de la era.

    Con su grito de toro degollado
la espiral de la sangre me acaricia
y crece como río desbordado.

    Aquí, para que el polvo y su milicia
no destruyan el pan recién cortado,
aquí planto mi vara de justicia.


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