jueves, 13 de noviembre de 2014

MANUEL SCORZA



La casa vacía

 

Voy a la casa donde no viviremos
a mirar los muros que no se levantarán.

Paseo las estancias
y abro las ventanas
para que entre el Tiempo de Ayer envejecido.

¡Si vieras!
Entre las buganvillas
cansadamente juegan
los hijos que jamás tendremos.


Yo los miro. Ellos me miran.
Mi corazón humea.
Éste es el sitio
donde mi corazón humea.

Y a esta hora,
en el balcón, callada,
yo sé que tú también te mueres
y piensas en mí hasta ensangrentarte,
Yo también pienso en ti.

Oyeme donde estés:
por esta herida no sale sólo sangre:
me salgo yo.

 

 

De "Los adioses"

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario