jueves, 31 de marzo de 2016

EUGENIO DE NORA




Adiós



¿Recuerdas? Era así. Césped de alfombra
florecía en colores dulcemente,
y en la vibrante y tibia y clara sombra
era verdad tu cuerpo adolescente.

Dorados, rosas, blancos, tus vestidos:
gaviotas de aquel cielo, extenuadas
por adioses inmensos, sólo oídos
en mis remotas playas deslumbradas.

¡Adiós, amor! Tu fuego ya en mi pecho.
¿Dónde el mundo y su forma, luz gozosa?
¡Huye, cintura breve, astro deshecho,

opaca ya en tu piel la luz hermosa!
Nada quedaba, boca. Así fui hecho
a la furia: besar un ascua rosa.





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