martes, 19 de junio de 2018

GUSTAVO OSORIO DE ITA





Orfebre de una farsa



I

Y bruñes tu entrecejo
Lascas tu sobrada lengua tus ansias
Esculpes tu acorde postura líneas
Rectas suaves finas desbastas
Lo áspero de ti
Y aguzado ya arduamente pulido
Te presentas


II

Al crisol viertes tanta ajena vida
—Estoy en Ámsterdam Versalles
Es encantador suerte
Que la vida es fácil mi cartera plena
No conozco el insomnio el trabajo
Va de maravilla creo mi hijo
Cada vez se parece más a mí
Soy feliz y de nada me arrepiento—
Y fundes todo lo que nunca ocurre
Con los deseos de siempre


III

Hoy te vas luyendo
Ante el nítrico ácido del desvelo
Y la honda dura cala de la lima
De las cosas ciertas que escondes
Y relumbra adentro un alma de cobre
Bajo tus falsos oros


IV

Fue acaso un fino temple
La exacta proporción
De densos oros y deseos liga
De plata para combarse de ser necesario
Acero fuerte y terco también sombras
De maleable bronce
Todo bajo
Tres mil grados centígrados
De odio


V

Pero una amarga grieta te recorre
Frágil fractura más
Rápida que el sonido
Y el yo que con esmero te moldeaste
Dócil cede al hartazgo
Hoy
Te resquebrajas eres
Lustrosos fragmentos tan sólo vales
Cuanto pesas


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